FINLANDIA:
EDUCACIÓN:La escolarización obligatoria en Finlandia dura 9 años, de los 7 a los 16. Esta es aproximadamente la media para la UE, ya que la mayor duración es de 13 años en los Países Bajos y la menor de 8 en Italia, España y Portugal. En Finlandia no es obligatorio asistir a la escuela antes de la edad de inicio de la escolaridad. No obstante, existen centros de atención diurna dirigidos por la administración de bienestar social en cooperación con centros polivalentes.
Prácticamente no existen colegios privados que compitan con los colegios públicos, a pesar de la inexistencia de normativas que lo impidan. En opinión de la OCDE, esto se debe en buena parte a la falta de financiación pública disponible para colegios privados y al hecho de que "Finlandia dispone de un sistema educativo de notables cualidades, que mantiene un nivel elevado y uniforme dentro del país y figura entre los mejores en el plano internacional en lo que se refiere al nivel de los adolescentes en materia de lectura"
Con 16 años, el estudiante que ha finalizado la enseñanza obligatoria ha de decidir si quiere proseguir sus estudios en un instituto superior y posteriormente en la universidad o bien inscribirse en un centro de enseñanza y formación profesional. Aunque aquellos que han obtenido un título de formación profesional tienen plenamente derecho a cursar estudios universitarios, pocos lo hacen.
En sí, los aspectos más destacables de Finlandia se pueden resumir en estos: destaca por los siguientes:
- La escolarización comienza a partir de los 7 años.
- Modelos particulares de evaluación e integración del alumnado.
- Apoyo continuo al alumnado desde los primeros años de escolarización, lo que hace que la diferencias entre los alumnos sean las menores del todo el mundo.
- Todos los alumnos, independientemente de su nivel, estudian en las mismas aulas.
- Grupos más pequeños para, por ejemplo, realizar clases verdaderamente prácticas.
- Estricto proceso de selección del profesorado (siempre entre los mejores expedientes universitarios).
- El profesorado sólo pasa 4 horas diarias en las aulas y dedican 2 semanales para su desarrollo profesional.
- Alta consideración social del profesorado, basado, fundamentalmente, en la confianza.
- El sistema finlandés es financiado al 100% por el Estado.
- El curriculum nacional consiste, solamente, en indicaciones generales. El desarrollo del mismo está a cargo de las escuelas.
El sistema universitario está formado por 20 universidades, todas ellas de propiedad y de gestión estatales. Hay 10 universidades con facultades de diferentes disciplinas, 6 universidades especializadas (3 universidades de tecnología y 3 de economía) y 4 centros de letras y arte. Como en otros Estados miembros de la UE, el sistema universitario de enseñanza consta de 3 ciclos básicos: licenciatura, máster y doctorado. El título de licenciatura, para el que son necesarios de tres a cuatro años, es relativamente poco habitual. Más frecuentes son los títulos de máster, para los que pueden ser necesarios ocho años aunque, en teoría, deberían bastar cinco a seis años. Es de imaginar que, una vez terminados los estudios, los niveles de empleo e ingresos aumentan de forma directamente proporcional al nivel de los títulos obtenidos.
En opinión de algunos, el número de alumnos con respecto a la cantidad de población es un indicador del nivel de compromiso de la nación con la educación. En 1993 el 69% de los finlandeses de 7 a 29 años estaban integrados en el sistema educativo normal. Comparada con las de otros Estados miembros de la UE y de la OCDE, esta cifra es elevada. En el caso de Dinamarca el porcentaje es del 55%, para el Reino Unido es del 53% y para Alemania del 50%.
En 1993, de los finlandeses de 15 años y de más de 4.100.000 personas, 1.900.000 había recibido sólo una educación básica, 1.700.000 habían alcanzado un nivel secundario superior y 459.000 habían cursado estudios superiores.
ECONOMÍA:
Finlandia tiene una economía altamente industrializada, basada en grandes recursos forestales, altos niveles de inversión de capitales, máximo desarrollo tecnológico, excelente bienestar y seguridad para sus habitantes. Tradicionalmente, Finlandia ha sido un importador neto de capital para financiar el crecimiento industrial. Desde los años 1980 la tasa de desarrollo económico de Finlandia es una de las más altas de los países industrializados. Los sectores económicos más dinámicos de Finlandia son la industria de la madera, los metales, la ingeniería, las telecomunicaciones y las industrias electrónicas, junto al diseño. A excepción de la madera y de algunos minerales, Finlandia depende de las importaciones para abastecerse de materias primas, energía, y de algunos componentes para los productos manufacturados. Debido al clima, el desarrollo agrícola se limita a la autosuficiencia en productos básicos. La silvicultura, tiene importancia para la exportación y proporciona una ocupación secundaria para la población rural.
Principales sectores económicos
La agricultura representa menos del 3% del PIB finlandés y emplea a menos de 4,5% de la población. Debido a la dureza del clima, el desarrollo agrícola se limita al mantenimiento de un determinado nivel de autoabastecimiento con productos básicos. La principal producción es la de cereales, muy por delante de la producción lechera y la cría de ganado.
El acceso de Finlandia a la UE no ha hecho sino acelerar el proceso de reestructuración y contracción de este sector.
La industria forestal ha gozado tradicionalmente de un gran desarrollo: Finlandia exporta una amplia gama de productos que van desde productos simples derivados de la madera hasta etiquetas y sellos de alta tecnología, pasando por papel, cartón, envases, etc. Otras industrias importantes son la metalurgia, la mecánica y la electrónica. Finlandia se ha especializado en la exportación de tecnologías de la información y de telecomunicaciones. Nokia se ha convertido en el líder mundial en fabricación de teléfonos móviles.
El sector de los servicios emplea a casi el 70% de la población y representa cerca del 68% del PIB.
POLÍTICA INTERIOR:
Finlandia, de acuerdo con su Constitución, es una República soberana, en la que el poder estatal pertenece al pueblo representado por el Parlamento (Eduskunta). Su nueva Constitución entró en vigor el 1 de marzo de 2000, siendo el nuevo texto una Carta Magna europea y moderna en la que el equilibrio de poderes se acentúa más que en el pasado al cobrar las instituciones de la Jefatura del Gobierno y el Parlamento un mayor peso específico en la conducción de las políticas interna y exterior del país. Tras el mandato presidencial iniciado en marzo de 2012, los poderes presidenciales se han visto nuevamente reducidos tras una reforma constitucional. Se limitan los poderes del Presidente en el nombramiento de determinados cargos, se zanja la disputa sobre la participación del Presidente en las cumbres europeas (a partir de ahora será exclusivamente el Primer Ministro el que participe) y se introduce una mención a la UE en la carta magna. La Constitución garantiza la autonomía de las islas Åland, único territorio del país con ese estatuto, de habla exclusivamente sueca. El Presidente es elegido mediante sufragio universal por un período de seis años y por un máximo de dos mandatos consecutivos. Las últimas elecciones presidenciales tuvieron lugar en febrero de 2012, con la elección de Sauli Niinistö como Presiente de la República. El Parlamento (Eduskunta), depositario de la soberanía del pueblo, es unicameral con 200 parlamentarios elegidos por un periodo de 4 años. Ejerce el poder legislativo conjuntamente con el Presidente, que posee el derecho de iniciativa legislativa y promulga las leyes. El Parlamento finlandés, a través de sus Comisiones, lleva a cabo un control de la actuación gubernamental, incluyendo su política en la Unión Europea. Destacan la Gran Comisión y la Comisión de Asuntos Constitucionales, así como la Comisión de Asuntos Exteriores.
POLÍTICA EXTERIOR:
Finlandia otorga una gran importancia a las Naciones Unidas y su sistema como centro de la sociedad internacional organizada. Pertenece a las distintas organizaciones del sistema de NNUU y a otras de dimensión universal, caracterizándose por mantener posiciones constructivas. Finlandia. Finlandia presentó su candidatura al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como miembro no permanente para el periodo 2013-2014, pero no obtuvo el éxito esperado y no fue elegida para uno de los puestos por el bloque de países occidentales, lo que ha causado una profunda decepción en el país. Finlandia es, además, miembro de las organizaciones regionales relevantes, como la OSCE y el Consejo de Europa. También es miembro fundador de la OCDE. En la escena internacional, Finlandia ha venido proclamando valores como la cooperación multilateral, las NN.UU y el arreglo pacífico de las controversias mediante la negociación. Un buen reflejo de estos principios es el interés de Finlandia en participar en procesos de mediación internacional, siendo un referente para el país la figura del antiguo Presidente de Finlandia Martti Ahtisaari, a quien fue concedido el Premio Nobel de la Paz en 2008. Finlandia también participa en misiones internacionales en el marco de las NN.UU. Cabe destacar que desde mayo de 2012 cuenta con un contingente en la misión en el Líbano (UNIFIL). También participa en UNMOGIP, UNTSO y UNMIL. Finlandia ha querido contribuir de una manera especial al multilateralismo mediante el establecimiento del llamado “Proceso de Helsinki” a iniciativa del entonces también Ministro de Asuntos Exteriores Erkki Tuomioja. El Proceso, bajo la co-Presidencia de Finlandia y Tanzania, se abrió con una Conferencia Internacional celebrada en Helsinki en diciembre de 2002 y se cerró con la conferencia de examen de noviembre de 2007 en Dar-es-Salam. Su objetivo ha sido el debate sobre el buen gobierno global y producir ideas que permitan mejorar las estructuras de gobierno en todo el mundo y establecer guías generales para un gobierno democrático y participativo. Se estableció un “Grupo de Amigos” del Proceso de Helsinki, en el que se integraron además de Finlandia y Tanzania, Argelia, Brasil, Hungría, India, Malasia, México, Sudáfrica y España. En Tanzania en 2007 se celebró una conferencia de examen y en febrero de 2012 tuvo lugar en Hanasaari la Conferencia Proceso de Helsinki + 10. Actualmente Finlandia copreside junto a Turquía el Grupo de Amigos de la Mediación, establecido a iniciativa de estos dos países en conexión con la Asamblea General de Naciones Unidas de 2010. El Grupo cuenta en estos momentos con 40 Estados Miembros, la ONU, y diversas organizaciones regionales como la UE, la OSCE, la Liga Árabe, la Unión Africana, la ASEAN, la OEA y la OCI. El Grupo tiene como objetivo fortalecer el papel de la mediación y la cooperación basada en la mediación. La primera Resolución de Naciones Unidas sobre Mediación de 2011 fue redactada con el apoyo del Grupo de Amigos de la Mediación.
TIPO DE GOBIERNO:
El sistema finlandés es fundamentalmente semiparlamentario, aunque el Presidente posee algunos poderes notables. El núcleo ejecutivo descansa en el Consejo de Estado, encabezado por el Primer Ministro, elegido por el Parlamento. Dicho Consejo de Estado lo completan Ministros de varios departamentos del gobierno central así como un miembro ex-oficio, el Canciller de Justicia. La Constitución establece como autoridad última al Parlamento de Finlandia (Eduskunta en finés, o Riksdagen en sueco). Compuesto por 200 miembros, puede cambiar la Constitución, causar la dimisión del Consejo de Estado o anular vetos presidenciales; sus actos no están sujetos a revisión judicial. Las propuestas legislativas nacen del Consejo de Estado o de los miembros del Parlamento, que son elegidos cada cuatro años. Las últimas elecciones parlamentarias dieron la victoria al partido Centro Finés, aunque sólo consiguió un escaño más que el emergente Partido de la Coalición Nacional.
El sistema judicial está dividido en dos ramas: tribunales con jurisdicción criminal o civil y tribunales especiales con la responsabilidad del pleito entre el público y los órganos administrativos del estado. La ley finlandesa está jerarquizada: los tribunales locales por debajo de los tribunales de apelación regionales, y éstos por debajo de la Corte Suprema.
Por otra parte, Finlandia es uno de los países menos corruptos del mundo, de acuerdo con el informe sobre el Índice de percepción de corrupción. Según revela el estudio, los ciudadanos finlandeses consideran que apenas hay corrupción en la gestión de sus poderes públicos. El índice se calcula mediante encuestas a empresarios, académicos y analistas económicos. Ha ocupado casi siempre el primer lugar en los últimos seis años en los que se ha realizado el estudio.
Documentación:
http://es.wikipedia.org/wiki/Finlandia
http://www.europarl.europa.eu/workingpapers/soci/w9/default_es.htm
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